martes, 16 de marzo de 2010

Sebastián Abel Milanca Celedón

Nacido en Valdivia el 18 de febrero de 1953, fue hijo de Reinerio Milanca y Juana Celedón. Apenas cumplió la mayoría de edad, ingresó a la Sexta Compañía “Arturo Prat”, con el número de registro 198.

Don Sebastián durante su vida bomberil fue un activo colaborador, y destacó en la Sexta como en el Cuerpo de Bomberos, ocupando cargos tanto administrativos como operativos: fue Teniente, Ayudante General, Capitán, Director y hasta el día de su fallecimiento Secretario General del Cuerpo de Bomberos de Valdivia.

En febrero de 2006 recibió el séptimo premio de constancia por años de servicio, correspondiente a 35 años de servicio. Su compromiso hacia la institución siempre fue un motivo para crecer, lo que le impulsó a formarse profesionalmente como bombero: capacitándose en áreas de rescate vehicular, materiales peligrosos y también como instructor de la Academia Nacional de Bomberos.

En el año 1988, siendo capitán, tuvo la oportunidad de viajar a Santiago para visitar a nuestra Compañía de Canje, Segunda “Esmeralda” del Cuerpo de Bomberos de Santiago, junto a su hermano y ayudante Patricio Milanca; circunstancia en que gracias a una reunión de camaradería donde se encontraba presente el entonces Comandante en Jefe de la Armada Almirante José Toribio Merino, fue posible la llegada del Busto de Arturo Prat a Valdivia.

Coincidentemente, la instalación del monolito en el frontis del cuartel se materializó para nuestro aniversario de 1989, siendo don Sebastián el Director de la Sexta; con la presencia de una delegación de la Armada; además de nuestras dos hermanas de canje: la Segunda Compañía “Esmeralda” del Cuerpo de Bomberos de Santiago junto a la Sexta Compañía “Luis Ackermann” del Cuerpo de Bomberos de Puerto Montt.

Era tal su entusiasmo, que en mayo de 2008 junto a Rubén Véliz, Víctor Cárcamo, Gabriel Toloza, Javier Saavedra y Francinet García formó parte del equipo ganador de la Competencia Anual “21 de Mayo”, donde se conforman grupos de distintas edades bomberiles para mostrar las destrezas adquiridas en el servicio.

Uno de los detalles casi desconocidos de su amor por la Sexta, fue su preocupación personal por el cuidado del jardín de nuestro cuartel. Cada cierto tiempo, en los fines de semana, se le podía observar su esmero por este pequeño rincón en el que cultivaba hermosas flores para hermosear su querido cuartel.